Errores médicos por omisión del protocolo de verificación

Se producen aún en estos tiempos, aunque resulte sorprendente, errores médicos en el miembro u órgano operado, incluso en el paciente a intervenir, y todo ello como consecuencia de una falta de verificación previa a la cirugía.

No hay datos precisos de cuántos incidentes de este tipo se producen en nuestro país
En EEUU se ha calculado que entre enero de 1995 y enero de 2004 se produjeron 300 incidentes quirúrgicos que encajaban en el capítulo de paciente, intervención o lado erróneos. De ellos, el 59 % se refiere al lado equivocado, el 12 % a la identidad del paciente, el 10 % a una confusión en el procedimiento que se debía aplicar y el 19 % a la intervención en un órgano completamente ajeno al previsto en el plan terapéutico.

Aunque estos accidentes representan un porcentaje mínimo de las operaciones que cada año se practican, la facilidad de evitarlos debe llevar a convertir los protocolos de verificación en una prioridad absoluta en las normas básicas de prevención y seguridad del paciente.

En la sentencia del Juzgado de 1ª Instancia núm.7 de Gijón de 14 de julio de 2014 vemos un caso flagrante de error del miembro intervenido, precisamente por esa falta de verificación, que debería ser obligatoria antes de toda intervención quirúrgica. En este caso, por suma negligencia en el actuar, se operó el tobillo sano en lugar del enfermo de una paciente, generando importantes daños en el mismo, hasta el extremo de que la enferma fue declarada en situación de invalidez permanente total para su profesión habitual.

Julio César Galán Cortés

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